2.1.07

La importancia de la televisión

Vivimos en una época de gran incomunicación en las familias, en los barrios o en el trabajo; situación que se intenta paliar con la presencia de la pequeña pantalla en la vida cotidiana. La televisión llega así a llenarlo todo. Ha sustituido a las charlas familiares de la mesa e, incluso, muchos niños la tienen en su dormitorio. Seguir las series televisivas puede dar sensación de compañía puesto que los personajes acaban por hacerse familiares, pero el engaño radica en que no es una relación reversible, sólo es contacto visual, y además, con una realidad ficticia. La pantalla constituye por antonomasia la "cosa pública", que hace que para el ser en sociedad sea tan difícil cuestionar o incluso rechazar algo que por costumbre está a diario en nuestras vidas y en la de los demás. Sin embargo queda claro que ni la información aparentemente más objetiva es totalmente fiable porque la imagen también miente



El problema radica en que se genera una educación a partir de los medios. Y el público se acostumbra a un determinado estímulo, no acepta cambios tan fácilmente. Quien ve la televisión consume el medio en forma diaria e interrumpida y no le resulta posible ser consciente de las manipulaciones y las cargas de contenido que recibe. Como dice Umberto Eco, existe una hibridización de los géneros televisivos: el informativo, entonces, tiende a “ficcionalizarse” y los productos de ficción tratan de añadir aspectos reales. En resumen: es muy difícil para el televidente distinguir entre la materia prima real de información y qué recibe de manipulación. Cabe destacar el efecto directo que sobre el individuo tiene la televisión: Se podría comparar de modo irónico con el uso que se puede hacer con las drogas: La televisión es utilizada primariamente como método bien definido para un placentero lavado de cerebro; proporciona una higiene individual, es automedicación, etc. En este sentido seria absurdo poner en duda su necesidad social. Odios, miedos, aversiones han ido justificando toda una serie de argumentos como reflejo del propio mundo. Y su vinculación con el espectador se ha establecido como una relación de amor y de odio y, por tanto, compleja y contradictoria; pero que, a pesar de todo, la televisión sigue estando entre nosotros.


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Entre los más jóvenes, los medios igualmente desacreditan muchas de las creencias que los niños adquieren en el seno de la familia y en la escuela, transmitiéndoles otras contra los que los educadores poco tienen que hacer. Los efectos y el poder de atracción de los medios son enormemente poderosos, especialmente la televisión, que es la que exige menor atención y, por tanto, se recibe con mayor pasividad.

2 Comments:

At 8:28 p. m., Anonymous Anónimo said...

POR ESO ES MUY IMPORTANTE POR QUE : ASI NO NOS ABURRRIAMOS MUCHO

 
At 3:09 p. m., Anonymous Anónimo said...

es muy bueno saberlo muy buen bloq

 

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