9.12.06

Representar los colores en soportes digitales


El color es una de las principales fuentes de la imagen. Probablemente, después de las propias fotos, es el elemento que mejor defina el carácter de un reportaje porque es el que aporta mayores dosis de dramatización a cualquier composición. Sin entrar en las clásicas disputas sobre si el rojo es el color de la pasión o el verde el de la naturaleza, lo que sí se puede decir es que, teniendo un mínimo cuidado en su uso y con sencillas decisiones, se pueden alcanzar resultados distintivos que realcen el carácter de la escena o la identidad propia de los personajes que figuran en la composición.


El color tiende a mandar sobre la ausencia de color. Las imágenes en color mandan sobre un fondo neutro, la masa de color coexiste con las mismas fotografías. De hecho, marcará siempre la jerarquía entre los elementos gráficos de una misma escena, lo cual no significa necesariamente encontrarse ante errores de planteamiento, sino simplemente la necesidad de escoger. Esta jerarquía la marca la saturación del color de fondo. Como principio general, se puede decir que cuanto mayor sea una superficie, menor debe ser la saturación del color que tenga si no se pretende que éste mande demasiado. Así, en imágenes pequeñas rodeadas de grandes masas de un color plano hay que asegurarse un amplio contraste para que sean vistas con un mínimo de fuerza y nitidez.