2.1.07

El perfume


El cine, casi por definición, siempre ha estimulado los dos sentidos más descriptivos para el ser humano: la vista y el oído. Sin embargo, la obsesión por representar los aromas se ha manifestado desde sus primeros pasos; incluso antes de la incorporacón del sonido ya se rociaba perfume en las salas de acuerdo con el tema de la proyección. Experimentos y sucesivos intentos no han hecho más que refutar la necesidad de este tercer sentido en las salas.

El Perfume: Historia de un asesino, que Tom Tykwer ha 'osado' llevar a la gran pantalla, es la muestra más patente de que la imagen y el sonido son más que suficientes para transmitir todo tipo de sensaciones. La novela de Patrick Süskind en que se basa, reproduce todo un universo de esencias y matices por medio de la palabra escrita, y al igual que las páginas de esta, la versión cinematográfica evoca con nitidez las mismas sensaciones mediante el efectivo montaje y la más que acertada banda sonora, trascendiendo los fotogramas y las ondas acústicas.

El oficial de perfumería Jean-Baptiste Grenouille es presentado ante una muchedumbre enfervorecida que escucha la condena a muerte del acusado, presentado ante todos como el asesino más abobinable y a la vez el ser más genialmente dotado de toda la historia. Aquí comienza la fábula. La voz en off de John Hurt introduce en el mundo de Grenouille, que nace con un excepcional sentido del olfato. En su revelación del hediondo París en el que vive, descubre el olor de una muchacha, que le embriaga de tal modo que acaba por matarla. Desde ese momento, vivirá obsesionado con la posibilidad de retener tal aroma y culminar así su obra con la elaboración de un perfume que encierre la esencia de la belleza.





1 Comments:

At 3:04 a. m., Blogger Verliebta said...

Hola chava!!! soy mexicana y si nohas leido tienes que hacerlo, está bastante bueno.

 

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