11.1.07

Air Madrid-Air Ladrón


¿Cuáles son las responsabilidades que debe asumir Fomento tras la suspensión de pagos de la compañía? Por qué necesariamente hemos de ser nosotros los que paguemos los fracasos de una empresa privada, es una pregunta bien difícil.

Tras el fracaso de Air Madrid, deben paliarse los serios daños a miles de afectados y tomar las oportunas medidas. Mientras los empleados buscan un difícil plan de viabilidad, las agencias de viajes piden a las aerolíneas que implanten un fondo de garantía y el Ministerio de Fomento tiene que tomar más en serio una función que, cuando se descuida, daña la imagen de España como país desarrollado y potencia turística.

Para muchos se ha quedado sin sentido el tópico que establece el trayecto sin escalas de (Air) Madrid al cielo. Lo chocante es que Fomento se sienta obligado a transportar a los viajeros abandonados o, lo que es lo mismo, que seamos nosotros -los contribuyentes- quienes tengamos que hacer un escote para llevar, o traer, a quienes, tentados por una oferta disparatada, se pasaron de listos o no llegaron a tontos. Es llevar demasiado lejos el sentido de la subsidiaridad del Estado. Responsabilidad, naturalmente, sí. Alguien debiera enfrentarse a ella, asumirla y satisfacer el precio político de la torpeza; pero cada cual debe comprar, viajes o lentejas, con su dinero y su riesgo. Las Administraciones han de vigilar la limpieza de los tratos mercantiles, pero indemnizar a los incautos es una cuestión que hay que replantearse entre todos, todos los que pagamos los impuestos.