16.11.06

La pose en la fotografía

Es muy habitual encontrarse a alguien posar frente a un monumento, un paisaje o un mirador. Esta reacción casi espontánea de posar frente a "algo" es muy habitual dado el esquema que tenemos interiorizado del mundo de la pintura. Sujeto posa frente a fondo o mejor dicho figura predomina ante forma, difuminada u homogénea. Ahora bien, por qué se dan siempre estos esquemas clásicos de la pose en fotografía? Muchas veces me pregunto por qué todo sujeto que se dispone a ser fotografiado no es capaz de mantenerse en una postura natural, espontánea o incluso dejar de mirar hacia la cámara. La razón que a mí me resulta tener mayor peso es aquella de que la cámara impone mucho al sujeto, por lo que el primer paso consiste en ganarse la confianza con el modelo que posa para una foto. Yo creo que existe un breve instante en que todo lo que hay en la mente, en el alma y en el espíritu, expresado por un aura muy personal de cada persona, se refleja a través de los ojos y puede ser plasmado en una fotografía. Es el momento exacto que debe ser captado. Es ese fugaz instante de la fotografía, el determinante, y la labor de un buen fotógrafo de aprovecharlo y conseguir transmitir con ella algo más que una simple imagen. Este es el gran reto que le encuentro. Quizás se trate concretamente más del aura personal que alberga cada persona. Algunos son capaces de mostrarlo, los más extrovertidos de hecho lo harán frente a una cámara. Mediante la fotografía se trata de retratar a una persona en un momento particular sacándole el máximo partido a la esencia, de modo que contemplando la foto se pueda ser capaz de leer, a través de los ojos del sujeto fotografiado, sus pensamientos e incluso poder adivinar su personalidad sin conocerla. El buen retrato es además la suma de distintas cualidades como una adecuada pose, la iluminación, y finalmente la composición y el dominio técnico y artístico del fotógrafo.
A mediados del siglo XIX existía una verdadera fascinación por recordar a las personas. Esto sea quizás el hecho, por el que causó tanto furor el nacimiento de la fotografía (así, el realismo quedaba garantizado) Aún hoy perduran expresiones y poses en fotografía de retrato que se acercan mucho a las clásicas, aunque no por ello pierden su atractivo. Sin embargo, los clásicos han dado paso a una mayor libertad de entender y plasmar a las personas.