24.11.06

El Nuevo Periodismo ya no es lo que era

Desde que Truman Capote escribiera su legendaria novela A sangre fría (1965) , que rompía las fronteras entre la ficción y la realidad, entre el reportaje y la novela, el Nuevo Periodismo pareció coger pie en Norteamérica. Hoy día este tipo de periodismo, que trata de otorgar a los textos de prensa una calidad estilística y narrativa, no ha perdurado y por tanto ya no se da en la práctica aunque sigue siendo objeto de estudio.
Nace en los Estados Unidos movido a raíz de que el tipo de periodismo norteamericano tenía un fuerte enfoque objetivista. El caldo de cultivo del Nuevo Periodismo fué un acercamiento al rico material del contexto de los años sesenta que ofrecía la contracultura. Pero ante todo, este tipo de periodismo recuperaba los viejos preceptos del periodismo convencional, o "de siempre": investigación, denuncia, compromiso ético, pluralidad de voces y de contenidos.

Para los representantes de esta corriente, la literatura y el periodismo se alimentaban mutuamente. Sus creaciones narrativas se asemejaron al discurso periodístico en cuanto reprodujeron un mundo con herramientas similares y una relación entre la realidad y lo "auténtico". Todo comenzó cuando Truman Capote escribió su reportaje novelado A sangre fría. La obra, publicada de forma seriada en The New Yorker en 1965, fue iniciadora del género de no-ficción, en la que Capote hace una reconstrucción de un caso real, mezclando entonces los elementos ficticios con lo sucedido, de modo que convierte notas diarias de la sección policíaca de un periódico para dar a conocer la información como si se tratara de una novela. Capote subtitula el libro como "Relato verdadero de un asesinato múltiple". No tardó en ver el potencial narrativo del caso, y tras años de intensa documentación, logró reunir un corpus de datos al que dio forma y volumen. Así, tanto los experimentos de periodistas como Capote aunque también Wolfe fueron bautizados con el nombre de “Nuevo Periodismo”.l
Las obras de Wolfe y Capote nos indican en realidad que nos encontramos con textos basados en acontecimientos reales, cubiertos por la prensa tradicional, que la sensibilidad del autor recrea y organiza en un texto coherente y autosuficiente que tiene incluso su interés estético, presentándolo en forma de ficción. En definitiva, textos que no sólo parecen literatura, sino que exigen una actitud lectora propia de una novela o un relato.

Ahora bien. Toda esta corriente novedosa y literaria que se ha dado en la prensa norteamericana se encuentra recientemente en cierta manera también en España. Haciendo una analogía, encuentro que en la parrilla televisiva de las emisoras de televisión privadas se pueden ver innumerables muestras de una "nueva forma de hacer periodismo" o "Nuevo Periodismo". Veamos si es lo mismo..

Me refiero al nuevo fenómeno que aun no tiene denominación concreta pero que va de la telebasura a la prensa rosa con mil derivaciones. Lo cierto es que sus realizadores acosan más fuertemente a los personajes público de gran poder y a políticos destacados que cualquier periodista de un gran medio de comunicación nacional puede hacerlo. En España lo que se puede denominar como nuevo periodismo arrancó hace solo un par de años en torno a un programa de la cadena Tele 5 titulado «Aquí hay tomate» especialmente con el seguimiento que hicieron del alcalde de Marbella Julián Muñoz. Tal y como descrito, los antecedentes del nuevo periodismo eran abundantes y con raíces antiguas. Pero el programa «Aquí hay tomate» dio un verdadero paso atrás: El nuevo periodismo ha entrado de lleno en los
escenarios de la política, influyendo e incluso determinando hechos de verdadero alcance. Lo cierto es que estamos ante un nueva forma de hacer periodismo o mucho mejor dicho, de antiperiodismo, frente a la que la sociedad no sabe responder de manera coherente. Es más, se afianza una forma de hacer periodismo que únicamente busca el provecho económico y no respeta ninguna pauta ontológica ni es ético a la hora de lo que llama "informar". Una novedad tan radical y fuerte que no hay que dudar de que va a generar una respuesta determinante en el futuro de nuestra información diaria.